
La evaluación del desempeño es un procedimiento para medir, evaluar e influir sobre los atributos, comportamientos y resultados relacionados con el trabajo, con el fin de descubrir en qué medida son productivos los empleados, y si podrán mejorar su rendimiento futuro.
No debe entenderse como un fin en sí misma, sino como un instrumento o herramienta para mejorar los resultados de la empresa.
Además, no debe restringirse a un simple juicio superficial y unilateral del jefe respecto del comportamiento del empleado, sino que se debe alcanzar la profundidad adecuada para localizar las causas y establecer, de común acuerdo con el evaluado, los medios para alcanzar los objetivos deseados. Para ello, el evaluado, debe conocer no solo los cambios planeados, sino también por qué deben llevarse a cabo, es decir, cuales deben ser sus objetivos en la empresa.
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