De vuelta sobre la separación de poderes en Scrum

Algunas de las preguntas que los participantes de los cursos de Scrum que imparto más repiten son: ¿puede una misma persona actuar como Product Owner (Dueño de Producto) y ScrumMaster? ¿puede un miembro del Equipo de Desarrollo ser además el ScrumMaster?

Mi primera respuesta siempre sería: ¡NO! Y os recuerdaría uno de los más importantes porqués que ya contaba en la entrada El equilibrio y el papel del Agile Coach/Scrum Master/Scrum Manager:

el Product Owner

que está a cargo de obtener el máximo rendimiento del proyecto, habitualmente intentará que el Equipo de Desarrollo incluya el máximo número de funcionalidades Sprint tras Sprint

el Equipo de Desarrollo

cuya responsabilidad es desarrollar el proyecto, es habitual que busque alcanzar un altísimo nivel de excelencia en cada una de las funcionalidades que desarrolle (a pocos miembros de Equipos de Desarrollo que conozco les gusta dejar las cosas a medias -aunque este término sea bastante discutible)

En este contexto, el ScrumMaster, que es quien debería añadir el punto de equilibrio en esa lucha constante entre los intereses de los otros dos roles, es difícil que pueda ser ocupado por cualquiera de los otros dos roles sin que sufra el proyecto.

¿Y qué hacemos si no podemos permitirnos un ScrumMaster en exclusiva en nuestra organización? (suele ser una de las preguntas que recibo a continuación)

Ante esta pregunta se me ocurren diversas respuestas posibles:

• ¿es Scrum el marco que mejor se adapta a tus necesidades?
• ¿puedes contratar a un ScrumMaster externo, por horas/días, para colaborar en tu proyecto?
• ¿puedes compartir un ScrumMaster entre varios equipos?

(vale, vale, esto no son realmente respuestas al uso, pero... ¿verdad que os obligarán a pensar? ¡esa es mi verdadera labor! [guiño])

Naturalmente, todas estas respuestas implicarán que perderás algo por el camino, y por tanto, antes de decidiros por una opción o por otra, deberíais pensar en los pro's y contra's de cada una de ellas (o de cualquier otra que se os ocurra), de los riesgos que asumiríais, y entonces optar por la opción que veáis menos mala.